Usuario invitado
27 de agosto de 2024
Hotel para acceder por el mar, desde donde sus preciosos colores (diferentes, pálidos, muy plásticos) y formas se realzan enormemente, pues quiere representar un antiguo puerto de pescadores. Las primeras sensaciones son de paz y de elegancia aparentemente sencilla pero a la vez sofisticada. Las instalaciones y zonas comunes son excelentes, por espaciosas, por cómodas y con servicio perfecto. A destacar la galería de tiendas, incluyendo una con las mejores joyas que se pueda imaginar, especialmente por la exposición ocasional de una conocida marca suiza. A destacar también la extensa zona de la piscina con su césped perfecto, sus bonitas sombrillas y toallas de color rojo pálido. El desayuno y la comida se realizan en una bonita terraza al lado de la piscina donde se montan sendos buffet completos hasta donde se pueda imaginar y con productos del máximo nivel y con cocina a la vista para las elaboraciones. Habitaciones grandes con terrazas, vistas preciosas, decoradas con mucho gusto al estilo de la zona, con baños coloridos y cómodos. Deseable mejor insonorización para que la calidad del sueño fuera completa. Servicio (toallas, cambio sábanas, etc.) y limpieza perfecto. Al no tener playa propia, cuenta con un beach club (Reef Club) a 15 minutos en barco, en cala petra ruja, que es una bonita y casi desierta playa, contando también con un restaurante con buen nivel. Dispone también a 100 metros de atracciones náuticas variadas para disfrutar de las tranquilas aguas de la cala. Los precios en consonancia con la zona (de las más elevados de Italia y Europa) y de un hotel que sabe el nivel que ofrece y la clientela a la que puede aspirar, pero apropiados para lo que ofrece. Un lugar donde siempre apetece volver.