La Hacienda del Buen Suceso

Hemos estado 5 días alojados en esta maravillosa hacienda que te traslada completamente a la época colonial y todo ha sido MARAVILLOSO. El entorno es una pasada, se respira solo paz y tranquilidad. La hacienda está rodeada de plataneras, árboles, flores…súper bonito todo!!! No hay rincón que no sea especial. Nunca olvidaré esas tardes de silencio disfrutando de la piscina y el jacuzzi. Las habitaciones son amplias, camas muy cómodas, el baño genial también. Con respecto a la ubicación, excelente también, a 15 minutos de Las Palmas y lugares de mucho encanto alrededor de obligada visita (Arucas, Teror…). En cuanto al personal del hotel decir simplemente que ha sido EXCELENTE, desde Rodolfo uno de los recepcionistas, Leonardo el camarero de los desayunos siempre tan amable y atento, Andrea la chica de las cenas encantadora siempre pendiente en todo momento, y el cocinero de 10!!! No llegué a preguntar su nombre, solo sé que coincidió los días que nosotros estábamos allí, del 12 al 16 de junio. Hemos cenado todos los días de nuestra estancia y todo lo que había estaba tremendo!! Comida abundante, muy buena calidad y una elaboración de sobresaliente, mi enhorabuena a ese cocinero!! Y para terminar una mención especial a Naranjito, el gato de la hacienda!!! Sin duda volveríamos a repetir y lo recomendaría a cualquier persona que vaya a visitar la isla.

Una hermosa Hacienda alrededor de una extensa platanera ubicada en la carretera dirección a Arucas. Ideal para descansar y disfrutar de los alrededores como Arucas, Teror o la costa norte famosa por los spots de surf. La Hacienda ofrece piscina climatizada, jacuzzi , baño turco y gimnasio. Deberían tener en cuenta que el clima de esta zona es mas frío que el resto de la isla y la temperatura tanto de piscina como jacuzzi es frío. Recomendamos que la piscina esté a 27° grados todo el año ( está dentro de la normativa e incitaria a darse un chapuzón) El jacuzzi entre 36 y 40° sería lo ideal... El baño turco ni lo usamos porque parecía que estaba abandonado y el pequeño gimnasio no motivaba a entrenar. Las instalaciones estaban deterioradas y la limpieza era escasa. Nuestra habitación era la júnior suite , un dormitorio con un altillo de madera , baño con bañera ( gracias a ella pudimos darnos un baño de agua caliente después de nuestras caminatas) y un balcón inservible porque la piedra impedía disfrutar de las vistas) . El personal tanto del bar, restaurante, recepción excepcional. El desayuno suficiente ( fruta de temporada, zumos, leche también sin lactosa, panes, embutidos, dulces, huevos , cereales, gofio, té, café). Como propietarios de una humilde vivienda vacacional Villa Gisel Tauro no entendemos como alguien que es propietario de un diamante como este no le ha dado el valor que se merece ... los detalles son los que marca la diferencia entre bueno o excepcional. :-)

La Hacienda reúne unas cualidades magníficas, situación, entorno, instalaciones y limpieza, aun así debo decir que si por algo destaca este hotel es por su capital humano. Tuvimos un contratiempo de salud y se volcaron con nosotros haciéndonos sentir como en casa recepcionistas y personal de comedor merecen una mención especial. A todos ellos muchas gracias.