Orlanova Hotel

Nos encantó la posada, re linda la atencion, las instalaciones están barbaras, ubicación cómida y servicio barbaro. Volveremos sin duda!! Recomendado. El desayuno y la limpieza re bien, no notamos nada raro. Tambien hicimos una excursión contratada por el hotel y nos fue genial!

Orlanova, por donde empiezo. Las fotos no son solo que es personalmente, el tema que hay dos edificios en el mismo complejo, a nosotras nos toco el mas viejo, el mas desastroso, los sillones de la playa que son de cuerina blanca impresentables, no te dan ganas de sentarte de lo mal que están, la habitación mucho olor a humedad, se corto el agua y no la devolvieron hasta un día después, cuando llegamos no estaba lista nuestra habitación, nos pusieron en otra, estuvimos bajando y subiendo 3 pisos por escaleras, finitas y empinadas con todas las valijas, no hay ascensor. El hotel esta sobre la playa, pero desde donde te deja el taxi, tener que caminar una cuadra literal por la playa con las valijas, difícil pero posible. La zona, mmmmm no tener ningún lugar para comer a la noche, tener que trasladarte hasta la zona de dos anos o Praia grande. Lo mas lindo, bajas y tenes la playa para vos, con reposteras las cuales estan incluidas en el precio de la habitación, el desayuno, bien, no es el típico desayuno brasileño, le faltarían mas cosas.

Excelente el lugar, el personal muy amable. Las habitaciones impecables y super comodas. Mucha tranquilidad con una musica tipica suavecita de fondo, que lo hace unico. La comida del restaurante super recomendable riquisimo y accesible. Volveria sin dudas.

Un verdadero abandono!!! Vergonzoso al aspecto exterior e interior del hotel…. Escaleras mojadas porque filtraba la lluvia, cortinas rotas y manchadas.. el olor en el baño irrespirable… sabanasanchadas y pelos en la cama apenas nos entregaron la habitación. Las fotos no tienen nada que ver con lo actual…lleno de hormigas pequeñas por Todas partes… la verdad impresentable. Por auerte reservamos dos noches del total de nuestra estadía… . Decepción total!!! Mirando por las ventanas ves cables por todas partes.. todo viejo y sucio, despintado… construcción viejai. Los Empleados muy amables, el desayuno bien y la playa muy linda. El entorno del hotel , los alrededores feos a la vista y muy sucio. Sombrillas y sillas de playa rotas… En la habitacion con balcón, omposible entrar al baño y cerrar la puerta de tan pequeño ( peso 58 kg)…Lo único valioso es la ubicación sobre la playa y solo por eso pueden cobrar las tarifas que cobran.

Este hotel es lo peor qué hay! No crean lo que ven en las fotos, todo lo que se ve ahí es un engaño. Pagamos una fortuna por algo realmente decepcionante. Comenzando por el ingreso, que nadie te dice que Tenes que ir a pie cargando las valijas por dos o tres cuadras entre bares y gente borracha porque el hotel está frente a la playa y depende la hora la marea sube hasta el límite del cemento. Además, la ubicación da miedo, bastante inseguro para salir a la noche, y el vecino del bar de la esquina (por donde hay que pasar si o si) roza lo irrespetuoso. La playa en la que está ubicado también deja mucho que desear, Prainha es realmente sucia, la gente deja toda la basura para que se la lleve el mar y este, obviamente la devuelve en la tarde. Un asco. Después, el check in súper impuntual, estuvimos esperando a que la recepcionista charle con todo el mundo que se acercaba mientras nos atendía. Estuvieron como 15 minutos sacando fotos a nuestros documentos y resulta que en el check out nos los volvieron a pedir porque “no estaba en los registros”. Veníamos de un viaje largo por lo que necesitábamos instalarnos pero después de 30’ de check in nos dicen que la habitación no estaba lista. El baño del restaurante un espanto de sucio. Y el restaurante en si es un desastre. Nunca nos atendieron la vez que decidimos comer allí. Ahora, la habitación. La que se ve en fotos con una vista divina al mar corresponde al edificio donde está la “recepción”. Luego tiene dos edificios más en un estado catastrófico. No era lo que vimos en fotos, olor a podrido, fuga de agua que no dejaba dormir, en la habitación no había donde guardar las cosas con seguridad, un perchero pedorro y un frigobar detonado. Lo único que zafa es el desayuno por la variedad. Porque el desayunador en ínfimo y tenes que sentarte en las mesas de afuera, trasladando vasos, platos, comida. Un espanto. SI QUERES UNA BUENAS VACACIONES NO TE ALOJES AHÍ NI CERCA DE PRAINHA .

Coincido con todas las críticas negativas de este lugar y lamento no haberlas visto antes de reservar. Paso a detallar mi experiencia por si puedo evitar que alguien más tire su dinero como nos pasó a tantos de nosotros: - Trato previo a la estadía: lamentable. En primer lugar, pedimos upgrade de habitación (asumiendo el costo adicional, por supuesto) y nos dijeron que no, sin mayor explicación. Días después, nos modificaron el vuelo y escribiendo pidiendo por favor cambiar la reserva para no perder una noche. También nos dieron la negativa. Y no sólo eso, no perdieron tiempo y ya se aseguraron el pago, a un mes de la fecha del check-in, cuando se suponía que podíamos abonar hasta en 2 pagos (incluso pensábamos usar 2 tarjetas diferentes para evitar el dólar Qatar y que nos perjudiquen con el cambio al doble). Pedimos por favor que den marcha atrás, pero obviamente no recibimos respuesta. Ya dieron sus primeras muestras de destrato y falta de consideración. - Accesibilidad del hotel: PÉSIMA. Los transfers te dejan a una nefasta cuadra del lugar, que tenés que atravesar esquivando borrachos y veredas en mal estado, cargando el peso de las valijas. La sensación al llegar es realmente triste y la desilusión inmensa. Casi perdemos el transfer de regreso, porque el lugar es tan inaccesible que no pudieron llegar a avisarnos que ya estaban. - Atención del personal de recepción: siempre desganado y con poca o nula intención de ayudar y resolver los problemas. Parece que les molestara que uno se acerque a pedirles ayuda por todas las cosas no funcionaban. Se nos cortó la luz, estuvimos toda la noche sin poder dormir por el calor, se descongeló la heladera y perdimos todas las cosas que teníamos adentro... más de 12hs esperando que lo resuelvan y cuando nos acercábamos a preguntar en qué estado estaba la resolución, solo mostraban fastidio. Luego volvió a medias el servicio y estuvimos otro día sin aire acondicionado (2 de las 5 noches que estuvimos, no pudimos descansar) - Habitación: extremadamente pequeña, sin placard ni siquiera una mesita para apoyar las cosas. Del baño salía permanentemente olor a podrido de las cañerías, que inundaba todo, porque la puerta ni siquiera trababa bien. Teníamos que tener la precaución de tapar los desagües todo el tiempo. La ventana de la habitación daba literalmente a los balcones del edificio de al lado, con no más de 2 metros de distancia, con lo cual, para tener un poco de privacidad y no sentir que convivíamos con los vecinos, teníamos que tener siempre las cortinas cerradas. - Planes fuera del hotel: realmente da mucha inseguridad moverse en los alrededores, más aún cuando llega la noche. No hay nada para hacer en al menos 15-20 cuadras que hay que atravesar con el corazón en la boca para llegar a la civilización. Si no querés pasarla mal, la única opción es ir en Uber, aunque cuesta mucho que alguien acepte el viaje. Conclusión: si no quieren que nada/nadie arruine sus vacaciones, no vayan a este lugar tan preca