Usuario invitado
11 de marzo de 2025
Lejos la MEJOR posada en la que he estado. La calidad humana de la gente que trabaja ahí supera cualquier cosa. Si bien es una posada pequeña, el corazón de la gente que trabaja ahí es enorme. Te hacen sentir en casa y ya no quieres irte nunca más. De verdad que estoy muy agradecida porque a cada problema que tuve ellos siempre estuvieron dispuestos a ayudarme, aún cuando ni siquiera era responsabilidad de ellos. Las habitaciones siempre limpias, si necesitabas algo, ellos no dudaban en actuar y conseguirlo. Los desayunos son maravillosos y el lugar en general es super bonito, es muy familiar y colorido. Gracias muchas muchas gracias por toda la buena onda y la gran atención, sentíamos que estábamos en casa y nunca vimos una mala cara, al contrario, siempre TODOS tenían una sonrisa para ti e incluso se acercaban simplemente a saludar y conversar, es así como logramos conocer a varios de los que trabajaban allá y sentíamos mucho afecto por ellos.