Pousada La Proeza

Hermosa vista. Se puede ver el mar desde la habitación y desde cada espacio del hotel. Linda pileta. Cálido trato del personal y variado desayuno. Se llega caminando a la posada después de subir dos calles muyyyyy empinadas. Si bien está cerca de la playa de Joao Fernández, hay que tener en cuenta este relieve.

A pesar de aspectos positivos (la habitación tiene buen tamaño y excelente vista hacia el mar, y el desayuno es bueno y el lugar en si es lindo), hay mucho que deja de desear en el hotel y perjudica la estadía: - El tercer día pedimos cambio de toallas (estaban muy mojadas y no secaban nunca), pero la respuesta fue que no hasta el día siguiente. La razón: solo se podían cambiar durante la mañana. Encontramos eso muy inflexible. Tuvimos que seguir un día más con toallas mojadas. No es una atención adecuada. - Las toallas en si son de mala calidad, ya casi transparentes de tanto uso. - Se escucha todo de las habitaciones al lado, en ese sentido hay poca privacidad. - Nos tocó la pieza arriba de la cocina, con ruidos desde muy temprano cada mañana. - Hay una pequeña piscina, pero solo había 2 tumbonas disponibles para todos los huéspedes. - Había un frigobar en la habitación (tal como se avisa en la página web) - pero vacío. - El último día para tomar el vuelo tuvimos que salir antes de la hora del desayuno. Pedimos que nos pudiesen dejar una bolsita con algo. La respuesta fue que no - que no se hacía. Pagamos para alojamiento con desayuno, pero no había disposición para proporcionar una alternativa. En resumen: No podemos recomendar La Proeza.. Con seguridad no volvería a elegir ese alojamiento. Lástima, pero buena una ubicación y vista no lo son todo, también se requiere comodidad y un servicio adecuado .

Reservamos 4 noches, a la mañana siguiente, luego de una pésima noche por ruidos molestos ( portazos y otros más íntimos de habitación aledaña), reclamamos en conserjería y nos dijeron que podíamos retirarnos y que nos devolverían el dinero de las 3 noches restantes. Esto fue ayer, hoy fuimos a solicitar un comprobante y el gerente negó y dijo que la decisión de salir del lugar era nuestra, que no informamos de lo ocurrido y que la habitación reservada ya se encontraba reservada por otros huéspedes. Sin embargo, no procedía la devolución. Mal accionar de la recepcionista y del gerente.

Nos mintieron y robaron 3 noches. Primera noche, horrible, desde el interior de la habitación se escuchaba como si no hubieran paredes (hab 15). Los portazos fueron por varias horas, llegando a dejarme con insomnio durante horas tras el último de estos. Llamé a recepción y no hubo solución, porque los ruidos molestos continuaron. En la mañana, concurrí dos veces a exponer el problema. La segunda vez, la recepcionista amablemente me indica que no existe problema en que me retire ese día porque me devolverían las 3 noches restantes. Sin embargo, hoy fui a buscar algún documento que acreditara la devolución y, tristemente, había sido engañada, fundando que, nos retiramos por decisión propia y que los “ruidos molestos” no eran responsabilidad del hotel. Esto último, increíble, porque la responsabilidad es exclusiva del hotel, al menos tomar medidas correctivas con los demás huéspedes, situación que, no ocurrió desde el momento que reporté la situación esa misma noche. Con respecto al desayuno, los mosquitos tenían un festín sobre los alimentos del desayuno buffet, no había café, no teníamos cubiertos, platos, tazas y vasos, porque no tenían disponibles. La ducha tapada, por lo que parecía pileta. Hoy, el gerente me informó que, la habitación ya contaba con nuevos huéspedes, así y todo, decidieron quedarse con mi dinero. Sí, la recepcionista me hubiera informado que no era posible la devolución, la decisión hubiera sido otra. Porque pagué 3.373 por las cuatro noches y tampoco la vida está para llegar y desechar el dinero.

Pasamos unos días hermosos. Simple y sencilla la habitación teníamos lo que necesitábamos + un balcón con una hermosa vista todas las mañanas. Un aire acondicionado nuevo que podíamos manejar a nuestro gusto. El personal super atento y buena onda. La pileta que tiene es un oasis a la vuelta de cualquier playa que pases la tarde, se ve un atardecer soñado. El desayuno es simple y sencillo como toda la posada, te ofrecen huevos revueltos a parte si los pedís. La ubicación vale la pena para las vistas que tiene, de la calle principal que va al centro hay que subir dos lindas lomas, pero bueno.. estas de vacaciones! al centro se puede llegar en 20 minutos caminando tranquilamente. Playas muy cerca y hermosas Jao Fernandez y Jao fernandinhio