Hotel Señorío de Ursua

Un lugar espectacular para aislarse del ruido. Abrir la ventana y ver el verde entorno no se paga con dinero. La casa es una maravilla, cuidada al detalle con mucho gusto y totalmente acogedora. Hemos estado tres noches y sólo hemos encontrado parejas con lo cual el silencio ha sido total. La habitación número 20 estupenda, está en el último piso con un balcón para poder disfrutar del paisaje, la cama muy grande y confortable y la limpieza perfecta. La única objeción es la bañera con una mampara hasta la mitad que no cerraba bien y se salía el agua. Dar las gracias a la encargada del desayuno muy amable y atenta en todo momento para cualquier cosa que necesitáramos y decir que el desayuno es perfecto, muy buena calidad, productos caseros muy ricos y zumo natural que ya quisieran muchos sitios de 4 estrellas. Con parking dentro para no preocuparse del aparcamiento. Sin duda el mejor hotel rural en el que hasta ahora hemos estado y ni que decir tiene el valle del Baztán lleno de pueblos y paisajes espectaculares

Buena situación. Hotel con encanto rústico. Muy tranquilo. Personal muy amable. Calidad precio adecuado. Imprescindible solicitar desayuno (poca oferta en alrededores). Desayuno justo pero correcto (¡ zumo de naranja natural!)

El entorno, la atención, las instalaciones, la limpieza y el desayuno de 9,75, no pongo un 10 porque la almohada se puede mejorar. Sitio para recomendar, y di estoy por la zona para repetir. El día de la llegada nos mandaron un mail con sitios para visitar en todo el Baztan y restaurantes donde ir . Muy muy bien.

Nos alojamos un fin de semana. El trato tranquilo, agradable y afable. El lugar es un refugio de tranquilidad acogedor,situado en un palacio señorial decorado con mueble de época. Perfectamente conservado en su interior. Muy bien situado en la comarca,si la intención es la de visitar los diferentes enclaves significativos a un lado y otro de la frontera. Servicio atento y eficaz,con unos desayunos muy correctos,donde muchos de los productos son caseros y muy sabrosos (mermelada,Quesada,bizcochos...) Buena elección en la comarca. A resaltar la atención y el trato dispensado

Nos alojamos para pasar un fin de semana de desconexión en plena naturaleza, y la elección no pudo ser mejor. El hotel está situado en una zona tranquila, en plena naturaleza, alejado de todo ruido y muy cerca de Elizondo, núcleo urbano más grande de la zona y muy de moda por la trilogía del Baztan. Caserón antiguo reconvertido en hotel, cuando estás dentro notas enseguida lo antiguo que es, las escaleras crujen pero eso le da su encanto, decorado respetando la antigüedad de la casa, salones comunes muy amplios, con chimenea, todo ayuda a esa sensación de hotel entrañable. El personal encantador y muy atento, intentando ayudarte en todo momento. Nos alojamos en una habitación abuhardillada con balcón, muy amplia, con todas las comodidades, cama muy grande, dos butacas, el baño es pequeño pero decorado con gusto, el aire acondicionado totalmente oculto, en general muy acogedora. Desayuno buffet con bastante variedad, incluso zumo de naranja natural hecho al momento, algo poco habitual últimamente, el personal en todo momento, pendiente de si necesitas algo más. Tienen un servicio de cena, bajo pedido para los huéspedes, la noche del sábado como hacía muy malo aprovechamos para cenar. Todo exquisito, productos de primera y preparado con muy buen gusto, además con el calor de la chimenea, inmejorable! Lastima que el spa estuviera cerrado, sería un colofón perfecto Sin duda muy recomendable para visitar la zona.

Instalaciones, servicios y atención sobresalientes.Altamente recomendable.Atentos años detalles y afable en el trato.Desayuno excelente,casero y productos de la zona.Detalles para el baño y amplio horario de entrada. Tranquilo y sin ruidos. Obligado repetir.