Usuario invitado
1 de marzo de 2023
Hotel sin lujos, pero limpio, y en el centro. El patio muy bonito. Tuvimos una habitación triple, y al contrario que en muchos hoteles, era amplia, y tenía 3 camas normales, no 2 y un "plegatín", que es muy habitual. El baño también, grande y limpio. Las personas de recepción, muy amables. El único problema, era el ruido de las campanas, que el domingo desde bien temprano, empiezan a sonar, pero me imagino que eso pasará en todo el pueblo. No tienen desayuno, pero en la acera de enfrente, a 1 minuto escaso, hay una cafetería, que está muy bien para tomar un café, bollería o molletes típicos.