Joseph
3 de agosto de 2024
Nos encantó la elegancia de la propiedad, el amplio espacio para moverse por los terrenos y la proximidad al Centro Ampawa. El hotel del restaurante estaba delicioso, y también fuimos a otra opción local justo al otro lado del río. La ducha fue un detalle maravilloso, con grifos dorados y agua a alta presión. Las sábanas de algodón de la cama eran tan suaves que dormimos como un sueño. Durante la segunda noche, se desató una gran tormenta, y nos encantó encontrar un par de paraguas en el armario para no arruinar nuestros planes de cenar.
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