Usuario invitado
29 de febrero de 2024
Me da pena el tonto que tiene que quedarse en esta broma de resort. La habitación y el edificio estaban bien, eso lo reconozco, pero eso es todo. Se presentan como de alta categoría, pero no lo son. Es triste. Precios noruegos pero calidad inferior en casi todo. El desayuno consistía en una taza de café vacía, sin queso, zumo ni pan, una hora después de que nos sirvieran. La camarera no sabía lo que era un café irlandés. Es una pena, la verdad. Pedimos el almuerzo al llegar (13:00 h), pero era casi imposible. Tardamos una hora y nos costó unos 35 euros, una cabeza para el almuerzo y algo que se supone que es café. ¿Y una visita a los viñedos? 15 minutos en un almacén mirando un tractor. Después, un sorbo de vino en la cocina. ¿Valió la pena 15 €? Creo que no. Lo mejor de este lugar fue que te ibas y no volvías.
Texto originalTraducción facilitada por Google