Usuario invitado
31 de diciembre de 2023
Ubicado en pleno centro de Alkmaar, ofrece el aspecto de una mansión típica de Países Bajos, muy bien acondicionado como hotel, con todas la comodidades posibles. El desayuno es muy bueno y completo, con preparación instantánea de algunos productos, como huevos revueltos o bacon. Todo el personal, desde recepción recepción hasta el salón de desayuno es muy amable y tratan de solucionar cualquier problema o duda que se produzca, siempre con una sonrisa y deseos de ayudar. La habitación cuenta con cafetera de cápsulas y calentador de agua, con una variedad de infusiones. Los alrededores del hotel son fantásticos para pasear y tomar desde un café hasta una buena comida. Y si pasa un sábado allí, tiene el mercado semanal a la puerta del hotel para pasar la mañana viendo, y comprando si lo desea, productos típicos. Las camas son muy tiernas y cómodas, las mejores que he encontrado en todos mis viajes. Sin duda un hotel para repetir, si volvemos a Alkmaar, algo bastante probable.