Usuario invitado
17 de septiembre de 2023
El hotel promete ser una experiencia de “lujo” en pleno corazón de San Juan, pero se queda en falsas promesas. El lobby del hotel aparente, la pesadilla empieza cuando subes a la habitación. La limpieza del lugar podría definirse como escasa o mínima; junta de la ducha negra, paredes rayadas y con trozos de pared levantados, sin olvidar que el mobiliario necesita un cambio urgente. Hablemos de que es una zona húmeda, con flora abundante, y que por consecuente los mosquitos se convierten en protagonistas; sorpresa, no hay ninguna medida ofrecida por el hotel ante tal situación, el preguntar por un spray anti mosquitos, o difusor ha sido como pedírselo a una pared. Seguimos con el desayuno buffet, cuya variedad es escasa, tostador que no funciona, y a la hora de pedir otro tipo de leche que no sea entera, poniendo pegas. Mucha prisa para que te levantes de la mesa. En teoría cierran a las 10:30 de la mañana, a las 10:15 ya empiezan a recoger, y el personal indica que te vayas sirviendo lo último porque tienen que cerrar. No se si es una falta de personal, o que están cansados de la temporada de verano, pero la atención al cliente ha sido nefasta. No se merece 4 estrellas en absoluto, siendo necesaria una reforma urgente, tanto en estructura como en personal. Fin de semana para no repetir.