Usuario invitado
25 de mayo de 2022
El hotel está un poco apartado de la ciudad de Lisboa en sí, e incluso la Torre de Belém está a casi 45 minutos andando. Además, al estar bajo el Puente del 25 de Abril había muchísimo ruido si estabas en la terraza del hotel o abrías la ventana. Es cierto, de todas formas, que en la habitación con la ventana cerrada no se oía nada. Lo que más me gustó es el desayuno buffet, que lo encontré muy completo: huevos, salchichas, fruta, cereales, pan, pancakes e incluso show-cooking. Pero la comida en el restaurante no fue mucho de mi agrado porque me parecía que la mayor parte de los platos eran frituras y no demasiado elaborados. Respecto a las habitaciones se ven que no son muy nuevas y, de hecho, tuve algunos problemas con la ducha ya que el agua no paraba de caer desde el grifo. Asimismo, uno de los días se fue el agua de toda la planta. Sin embargo, para grupos y eventos lo veo adecuado ya que está muy cerca del centro de convenciones, y es grande.