Usuario invitado
19 de septiembre de 2022
Es un lugar único.. Ideal para desconectar, descansar. El dueño es especialmente atento y educado, así como el resto del personal que te atiende en recepción o restaurante. La atmósfera que se respira es pura tranquilidad y mucho confort. Es un cortijo muy bonito rodeado de tierras y olivos.. Nada de edificaciones a la vista. Las habitaciones son maravillosas, bonitas,grandes y muy cómoda, con un encanto especial. El desayuno es variado y con mucha calidad, al igual que la comida. Destaco aquí especialmente que me dieran la opción de cambiar en el menú el pescado por la carne. Muy agradecido y solo lo único que no me agradó fueron los calamares. Tienen una sangría espectacular, como yo nunca lo había probado y una carta de vino maravillosa. Para finalizar el Cortijo es increíble y con una piscina de diez donde se relaja uno entre únicamente el sonido del agua y de los pájaros. Mi única sugerencia es que en la piscina pondría un pequeño kiosco con bebidas, donde cada huésped se apunta lo que bebe,como vi en otra casa rural en Tavira ( quintas dos perfumes). Tienen 15 habitaciones de diferentes tamaños.Volveré