Usuario invitado
4 de febrero de 2024
Fuimos un grupo de 14 personas, de diversas edades, con la intención de disfrutar del esquí y relajarnos. La ubicación es excepcional, con acceso fácil al teleférico hacia la Sella Ronda y al telecabina hacia Pozza di Fassa, ambos cruzando simplemente la carretera. El hotel recientemente renovado superó nuestras expectativas. Las habitaciones, desde los colchones hasta las duchas, son completamente nuevas y sumamente cómodas. La temperatura interior fue perfecta, proporcionando un ambiente acogedor. La limpieza fue impecable, y nos sorprendió gratamente encontrar albornoces y zapatillas de spa incluidos. Destacando la experiencia alpina e invernal, el Pub del hotel fue una verdadera joya. La comida, sin lugar a dudas, fue excepcional. Los desayunos eran variados y deliciosos, ofreciendo opciones dulces y saladas. Las cenas, con seis platos caseros y abundantes, recibieron elogios unánimes de nuestro grupo. El Spa fue el colofón perfecto. Dos piscinas exteriores con vistas al Sassolungo nos brindaron una sensación inolvidable. Las tres saunas acristaladas secas y una húmeda ofrecían un espacio de relajación, con cristales tan limpios que parecía que estábamos al aire libre. La zona de descanso con cómodos sofás, frutas e infusiones completó la experiencia. Y me dejo lo mejor para el final, la atención del personal. Desde el primer desayuno, Maximiliano y Rafael mostraron una atención personalizada, recordando nuestras preferencias, inmejorable. La amabilidad de la recepcionista, Michaela, fue destacable, facilitándonos cada detalle. Tiene mucha suerte el Hotel con contar con este personal; es complicado encontrar sitios que te hagan sentir así de cómodo. Después de años viajando a los Alpes, esta experiencia en Dolomitas nos dejó una impresión tan positiva que estamos seguros de que volveremos, y sin duda, nos hospedaremos nuevamente en el Hotel Miramonti.