miKasa Agua Amarga & SPA

Un hotel de ensueño, muy especial. La habitación con jacuzzi, lo he disfrutado muchísimo, y el desayuno excelente. La decoración del hotel con mucho gusto, volveré sin dudarlo en cuanto pueda. La verdad que te encuentras como si estuvieras en tu propia casa.

Hotel con encanto que haces que estés mejor que en tu propia casa. Martín (dueño), Angie y Ana hacen todo lo posible porque tu estancia sea inolvidable. Todo son Minos al cliente. La habitación en planta baja con terraza es estupenda. Piscinas y jacuzzi en el jardín muy coquetas, con solárium. Desayuno para disfrutar del sitio y calidad de la comida. Restaurante La Villa espectacular, para no perdérselo. Spa para relajarte bien, pista de tenis, y gimnasio (lo justo porque supongo que los clientes no lo demandan). Desde luego el mejor sitio en el que te puedes alojar en el Cabo de Gata. Deseando volver!!

Un hotel con encanto, a unos 3 minutos andando de la playa de Agua Amarga. Buen servicio, tranquilidad y sobretodo buen género en cuanto a productos comestibles. En nuestro caso en particular, tuvimos la mala suerte de que nos tocase una habitación ridículamente pequeña, donde apenas podías moverte con soltura. Lo mejor que tenía era el baño, que se notaba reformado recientemente y con una amplitud aceptable. Es una pena, porque la habitación hizo que nuestra estancia en el hotel no fuera del todo satisfactoria, y digo es una pena, porque todo lo demás es genial. El trato, el personal, el resto de instalaciones, la comida, los coktails.. Todas las habitaciones no deben ser así, ya que desde la piscina se podían apreciar algunas con una bonita terraza, lo cual me hace pensar que también serían más amplias. Se ordenan por nombre en vez de por número, la nuestra se llamaba ‘Antibes’, y fue de lejos lo peor, y lo único malo de nuestra estancia. La habitación pequeña, la cama pequeña y con el colchón con algo de forma que lo hacía bastante incómodo, (descansamos bastante mal por las noches) y para colmo, justo frente a la puerta del aseo había una gotera, que supongo que sería de los conductos del aire acondicionado, ya que todos los días hizo un sol de justicia. Como recomendación y consejo a los dueños del hotel, si es que leen esto, sería que esa habitación no la oferten para 2 personas, si no para una, donde el tamaño no importará tanto, y que renueven el colchón. Un hotel así y a un precio no excesivamente económico como es, no debería permitirse manchar su estancia/reputación por esa tontería tan reparable. Lo demás todo bien, los desayunos a pie de piscina con mucho encanto y gran calidad de alimentos, el servicio amable y agradable, jacuzzi, dos piscinas, solarium, pista de tenis, gimnasio (algo estropeado y viejo, pero que te sirve para salir del paso) y además poseen un restaurante que esta junto al hotel, se llama ‘La villa’ y nos encantó. Comida de muy buena calidad, (solo dan cenas) tanto nos gustó que llegamos a ir 3 veces a cenar. El precio ronda los 50-60€ por persona, y merece la pena. Como conclusión, si las demás habitaciones son mejores que la que tuvimos la mala suerte de experimentar, es un buen lugar para hospedarse si buscas encanto y tranquilidad