Usuario invitado
21 de julio de 2024
Hace dos años, pasé unas vacaciones inolvidables con mi familia en este pequeño hotel familiar, donde consiguen hacer que te sientas como en casa, y te relajes de verdad. Son un ejemplo de que menos es más. Tienen además una zona especial en el comedor para gente con mascota, para no incomodar al resto de los huéspedes. Con unas instalaciones acogedoras, limpias, zonas comunes agradables, y una pequeña piscina con jardín y vistas a la playa de Portonovo, pese a la distancia, el lugar es idílico. Las habitaciones tienen terraza, oír los cantos de los pájaros y la música ambiente que tienen desde primera hora de la mañana es una delicia. Dormimos como nunca...y eso repercute en todo tu bienestar. El desayuno es un momento también de disfrute, fruta fresca, buen café, repostería variada...y hacer uso del restaurante para alguna de las comidas es muy recomendable si estás cansado tras alguna visita por la zona. Tienen una amplia carta con buenos productos. Gracias Rebeca y Tania por todo lo que habéis aportado a esta familia de León en ambas ocasiones. Mi enhorabuena por vuestro esfuerzo y entrega. Suerte con el negocio, y con esa familia tan bonita que habéis creado. Lorena, mis felicitaciones también por tu labor en recepción. Hasta pronto! No hay dos son tres...