Usuario invitado
31 de enero de 2023
Estuve hospedado con mi familia, por motivo de la boda de mi hija que se casó en una hacienda cercana. Uno de los cuartos estuvo lleno de polilla y tuvieron que cambiar a mi hijo. Quisimos tomar unas fotos en el hotel antes de irnos a la Iglesia y nos sorprendieron con que teníamos que pagar por tomar fotos dentro del hotel el cual estamos hospedados con 6 habitaciones. Regresando de la haciendo donde fue la boda en la madrugada la habitación de los novios se “trabó la puerta “ y nadie fue capaz de poder abrirla. Una hora después ( 4 am ) decidieron darle otra habitación con la molestia de tener todo el equipaje en la “bloqueada “y sin ofrecer alguna atención básica ( cepillo de dientes, etc) para poder instalarse en su noche de bodas. Intenté hablar con el Gerente Residente Santiago Tapia, primero me dijeron que me lo pasarían al teléfono y nada , volví hablar y me salieron con que no estaba y nadie podía tomar decisión. En fin, experiencia pésima. No regresaría no recomiendo un hotel donde la empatía con el huésped es su última prioridad. El personal básico es muy amable, característica de la región, desgraciadamente no es eficiente, requieren mucha capacitación.