Hoteles Hyatt Regency en Seis de Octubre

El hotel es nuevo y tiene muy buena pinta. Está apartado del centro, lo que lo hace más tranquilo. Nos alojamos varias noches; el desayuno y la piscina son increíbles. El personal es muy amable y servicial. Sin embargo, hay un par de cosas que iba a comentar, pero que ya he dicho. No hay privacidad, ya que los trabajadores trabajan la mayor parte del día fuera de la habitación, así que la ventana y las cortinas tenían que estar cerradas o había hombres raros mirándote. La puerta daba a otra habitación y no estaba bien insonorizada ni aislada; se oía todo lo que hacían los demás. La primera noche, las sábanas tenían algunas manchas de tinte azul, lo cual fue desagradable. Finalmente, decidimos irnos una noche antes, para pagar el minibar. El menú está en moneda local, no en dólares, y no incluye IVA. Además, se cobra un cargo por el minibar a la camarera por rellenarlo, lo cual es, como mínimo, irónico, ya que se paga por la habitación. Eso debería incluir que rellene el refrigerador, igual que rellenaría las toallas. El agua no es gratis, solo una botella grande, no las pequeñas, así que tengan cuidado. No lo explican con claridad. Entonces, cuando vi mi factura, intenté hablar con el personal de recepción. Me trató como un imbécil y me dijo que tenía que pagar en dólares estadounidenses. Le pregunté por qué tener el menú en su moneda local. No pudo darme una buena respuesta y simplemente dijo que todos los hoteles lo hacen. Luego se echó a reír y a decirme que era poco dinero estadounidense, y así sucesivamente, y volvió a reír. Terminé pagando mi factura solo para irme del hotel, ya que su actitud era pésima y casi sarcástica. Pagué y me dijo que era bienvenido de nuevo, pero que me daría una compensación. Le dije: bueno, no me ayudaría a cambiar un día a más tarde en la semana para volver tan temprano como para hacer el check out, así que estoy bien. En general, salimos del hotel de mal humor y eso no es aceptable. He trabajado y trabajo para estos hoteles y eso es simplemente pésimo. Esa fue la mayor decepción, por desgracia.