Hoteles de con aguas termales en Quintana Roo, México

Esta es la segunda vez que me alojo en este hotel. La vez anterior fue hace 4 o 5 años. El área de la habitación era relativamente pequeña y las instalaciones eran relativamente antiguas. La comida en el restaurante no era tan buena como antes. El precio. El índice de rendimiento estuvo bien. Fue regular. Tal vez sea lo mismo ahora. Mis requisitos son diferentes. Si vuelvo a Cancún, elegiré otro hotel.

Lugar encantador, desde la localidad, hasta la comida. La atención al huésped nunca faltó. Nuestro concierge Mario hizo que la estadía fuera más que perfecta. Los meseros Sergio en Mi Carissa, Rolando en el 2087 grill y Luscio en Mura, excelentes! Al igual que el cheff de Mura con una gran atención hacia un familiar que padece de alergias a algunos alimentos. Todo el personal que nos atendió fueron muy atentos y muy dados a la hora de querer resolver cualquier asunto. La sección de fotos con Flor fue maravillosa! Ansío poder volver en algún otro momento!

Todo era bueno. Nos encantó el restaurante mexicano, especialmente un hombre que traía el desayuno se enojó conmigo y me dijo que dejara espacio para la comida. Claramente había mucho espacio y ni siquiera estaba desordenado, pero me gritó con todo tipo de órdenes sin ningún motivo. Sentí como si se estuviera desquitando conmigo, así que me sentí mal, pero aparte de eso, en general la estadía estuvo bien.

El hotel está muy bien diseñado, buenas vistas, cuidan el tema de sustentabilidad en iluminación y residuos excepto por el excesivo uso de botellas de agua Fiji de plástico, creo aquí pueden dar mejores opciones sin usar plásticos. Los cuartos tienen buen espacio, diseño e iluminación, el servicio bien aunque sin ser especial. Lo mejor del hotel son los restaurantes en especial el indochina con muy buenos platillos aunque algo caro, el mexicano rico pero el lugar algo oscuro, la comida peruano buena pero nada del otro mundo, el bar cubano vale mucho la pena cuando hay música en vivo y preferentemente en la terraza pues adentro es muy pequeño y lleno de humo, el desayuno muy bien sobre todo en domingo cuando hay langosta y mimosas, la playa creo es lo que más deja a desear pues aunque tiene buena disposición de camas balinesas con buena vista, el mar está está llena de pasto marino y sólo puedes nadar agusto el primer metro, lo que si vale la pena de aquí es que te prestan un snorkel para poder conocer un arrecife que está cerca del muelle del hotel donde hay buena vista de fauna marina.

Este hotel estaba en una excelente ubicación. Nos alojamos en la parte no renovada, pero solo porque queríamos una habitación más grande. El hotel se ofreció a actualizarnos, pero queríamos la habitación con bañera. Nos encantó nuestra estancia allí y sin duda volveremos!

Muy buen hotel con buenas instalaciones, además de comida rica y variada. Lamentablemente, un vendedor dentro del hotel, Miguel, me vendió una inmersión de buceo para Cozumel cuando en realidad era una inmersión enfrente del hotel. Al quejarme, el señor de la escuela de buceo se puso muy grosero diciendo que no iba a bucear y finalmente me hizo firmar un documento conforme estaba de acuerdo con el lugar de buceo. Firmé el documento porque era eso o no bucear y era el último día que podía bucear (me había quedado sola para hacer el buceo a Cozumel mientras unas amigas contrataron otra excursión). Al haber firmado el documento, el hotel no se responsabilizó. Qué pena que sucedan cosas así en un hotel de estas características y que jueguen con las ilusiones de las personas en vacaciones. El que salvó mi día fue Luis, el instructor de buceo, excelente profesional y buena persona.

Las instalaciones del hotel, la higiene, el servicio y el paisaje son muy buenos. Hay tres restaurantes que necesitan una cita, entre los cuales el restaurante francés tiene el nivel de Michelin, el personal de servicio está entusiasmado y profesional. El servicio de la administración y el servicio de comida de la habitación también puede hacer que los huéspedes estén completamente abiertos.

Agradezco por personal de servicios desde mayordomos asistentes Bar Tender guarda vidas y recepcionistas y a todos aquellos que realizan tareas en los restaurantes y en la limpieza de las habitaciones. El valor agregado de la cadena Catalonia es el personal de atención al huésped y son los que motivan al turista a regresar porque sentimos contención y permanente atención personalizada. Eternamente agradecidos con todo el personal de servicio del hotel

房間裏設施有點陳舊 除濕做的不好 被子潮潮的 除此以外一切都很棒

El complejo tengo visitandolo desde 2011, tanto el Dorado Royale como El Dorado Casitas Royale cuentan con excelente ubicacion, el trato del personal es de lo mejor, si no es que lo mejor del hotel y sus servicios es eso, su gente, y la actitud amable con la que te atienden, aunque en ocasiones no esta al alcance del personal que esta en el primer nivel ( refiriendome al que te atiende en el dia a dia, no a los niveles altos), sino en el personal superior o intermedio la gestion de algunas soluciones, consideraciones, solicitudes a la lealtad de tantos años de visitarles. En lo personal acudo por el spa, el descanso, el que se tiene todo en un hotel para no salir a buscar nada externos, salvo los paseos , que hoy son un extra para quien sea del agrado hacerlos. Las habitaciones continuan viejas,sin renovacion, y no hablo de renovacion que sean mas bonitas, sino de renovacion funcionales, en lo personal estas ultimas 2 ocasiones me que he viajado, en abril y en septiembre, no operaba la habitacion ni la secadora de pelo, ni la caja fuerte, ni la tv conectada ni programada, ni el frigobar enfriaba, la bañera no tuvo sales ni lo adeucuado para su uso, ya no hay esa cortesia nocturna o al recibimiento, como un detalle con reposteria al llegar , fuera de eso, las habitaciones ameritan MANTENIMIENTO y que esten FUNCIONALES al 100%, que la calidad precio sea un equilibrio, y adicional no tener que invertir el tiempo vacacional en estar gestionando que te arreglen la habitacion con los detalles faltantes, eso amerita tiempo, tiempo que es para disfrutar , no para invertir en esperas por reparaciones. Mi agencia de viajes todos los periodos de reserva me otorga un bono de SPA, jamas me lo hacen efectivo. En todas mis estancias hago uso del mismo con servicios diarios duarnte mi estancia. Las cortesias se han dado en algunas ocasiones que han tenido promociones, y el personal es de lo mejor en el trato. Los alimentos han variado hacia atras, han dejado de dar los mejores postres, tenian el postre en KAMPAI de calabaza, era una delicia, en VILLAS ITALIANO la casata era excelente, de sus postres estrella, la nieve de Coco era la mejor. Creo que en un hotel de su nivel jamas debe haber un : Se nos acabo el producto, me tope con cosas asi : se nos agoto la nieve, ya no hay salmon crudo, no tengo, al pedir mi ensalda con salmon, ...solo hay nieve de fresa, cuando el postre la indica de vainilla,etc. Ejemplificando . FELICITACIONES : En el coche de tacos nocturno : IRMA MATINEZ, es excelente, sola, saca la taquiza para mas de 100 personas que rondan la zona del bar y el teatro, esa empleada merece un reconocimiento de sus jefes, ya que nadie le asiste, y su atencion es de amabilidad, respetuosa y atiende a todos por igual. A VICTOR, DAVID, en el restaurante VILLAS ITALIANO, A FLOR Y ROBERTO EN el COCOTAL, En el REST HEALTY, a Manuel, Flor,LORENA, y extrañamos esta vez al buen JUAN, otro de sus mejores empleados, de muchos años, y un excelente ser human

Esta es la segunda vez que me alojo en este hotel. La vez anterior fue hace 4 o 5 años. El área de la habitación era relativamente pequeña y las instalaciones eran relativamente antiguas. La comida en el restaurante no era tan buena como antes. El precio. El índice de rendimiento estuvo bien. Fue regular. Tal vez sea lo mismo ahora. Mis requisitos son diferentes. Si vuelvo a Cancún, elegiré otro hotel.

Todo era bueno. Nos encantó el restaurante mexicano, especialmente un hombre que traía el desayuno se enojó conmigo y me dijo que dejara espacio para la comida. Claramente había mucho espacio y ni siquiera estaba desordenado, pero me gritó con todo tipo de órdenes sin ningún motivo. Sentí como si se estuviera desquitando conmigo, así que me sentí mal, pero aparte de eso, en general la estadía estuvo bien.

El hotel está muy bien diseñado, buenas vistas, cuidan el tema de sustentabilidad en iluminación y residuos excepto por el excesivo uso de botellas de agua Fiji de plástico, creo aquí pueden dar mejores opciones sin usar plásticos. Los cuartos tienen buen espacio, diseño e iluminación, el servicio bien aunque sin ser especial. Lo mejor del hotel son los restaurantes en especial el indochina con muy buenos platillos aunque algo caro, el mexicano rico pero el lugar algo oscuro, la comida peruano buena pero nada del otro mundo, el bar cubano vale mucho la pena cuando hay música en vivo y preferentemente en la terraza pues adentro es muy pequeño y lleno de humo, el desayuno muy bien sobre todo en domingo cuando hay langosta y mimosas, la playa creo es lo que más deja a desear pues aunque tiene buena disposición de camas balinesas con buena vista, el mar está está llena de pasto marino y sólo puedes nadar agusto el primer metro, lo que si vale la pena de aquí es que te prestan un snorkel para poder conocer un arrecife que está cerca del muelle del hotel donde hay buena vista de fauna marina.

Las instalaciones del hotel, la higiene, el servicio y el paisaje son muy buenos. Hay tres restaurantes que necesitan una cita, entre los cuales el restaurante francés tiene el nivel de Michelin, el personal de servicio está entusiasmado y profesional. El servicio de la administración y el servicio de comida de la habitación también puede hacer que los huéspedes estén completamente abiertos.

Lugar encantador, desde la localidad, hasta la comida. La atención al huésped nunca faltó. Nuestro concierge Mario hizo que la estadía fuera más que perfecta. Los meseros Sergio en Mi Carissa, Rolando en el 2087 grill y Luscio en Mura, excelentes! Al igual que el cheff de Mura con una gran atención hacia un familiar que padece de alergias a algunos alimentos. Todo el personal que nos atendió fueron muy atentos y muy dados a la hora de querer resolver cualquier asunto. La sección de fotos con Flor fue maravillosa! Ansío poder volver en algún otro momento!

Lugar encantador, desde la localidad, hasta la comida. La atención al huésped nunca faltó. Nuestro concierge Mario hizo que la estadía fuera más que perfecta. Los meseros Sergio en Mi Carissa, Rolando en el 2087 grill y Luscio en Mura, excelentes! Al igual que el cheff de Mura con una gran atención hacia un familiar que padece de alergias a algunos alimentos. Todo el personal que nos atendió fueron muy atentos y muy dados a la hora de querer resolver cualquier asunto. La sección de fotos con Flor fue maravillosa! Ansío poder volver en algún otro momento!