Hoteles de de negocios en Brabante Flamenco, Bélgica

First time I've stayed in a Penta Hotel. Excellent & helpful communication with hotel prior to my stay. Like others I found checking in at the bar very strange and I found the guy at the bar doing this very curt (it was around 11 at night so maybe he had a hard day!). Decor on ground floor very modern, moody and dark - great they had a complimentary water cooler available. Rooms are very small but for one night it was fine - again modern decor and clean. My room could have done with a bit of maintenance however - curtain loose and paint(?) stain on carpet. The strangest thing about the room was how close the hairdryer was to the sink - couldn't really help splashing it when getting washed! Surely this can't be compliant with current safety regulations (see pic). All in all had a great sleep and would use Pentahotels again based on this short 1-night stay.

Habitación: 3026 Fecha de entrada: 25/10/2022 Tarifa: 228€ (SA) A 39 pasos de la terminal del Aeropuerto de Bruselas, en un moderno edificio en forma de cubo de granito rosa y cristal oscuro con el rótulo de la marca en el tejado y en los laterales, Sheraton abandera el típico hotel pensado para un aeropuerto: enormes espacios, zonas de conferencias, cientos de habitaciones... Frente a las puertas del nivel de salidas encontramos un enorme pórtico convenientemente iluminado, con el logotipo de la cadena encima, y con unas grandes jardineras a cada lado. Una enorme y automática puerta giratoria nos introduce en el bullicioso hall de recepción. Techo alto, luces indirectas, mullida moqueta color arena. A la derecha se abre el ruidoso bar restaurante, lleno de gente en ese momento. Frente a nosotros, una larga y majestuosa escalera en metal blanco que sube a la planta intermedia de conferencias. Al lado de esta, una fuente ofrece agua como bebida de bienvenida. Hacia la izquierda, en un gran espacio, con el techo más bajo encontramos unos sofás y butacas, unas cuantas estanterías que venden productos de conveniencia (bebidas, snacks, productos de higiene), una pantalla gigante con las noticias encendidas y al fondo media docena de mostradores individuales de recepción. Los mostradores son de madera oscura. Cada uno con su propia pantalla de ordenador. Delante de ellos algunos folletos del programa de fidelización. En la parte de atrás varios relojes de curioso diseño indican la hora en distintas partes del mundo. Hay cola de gente esperando. Aparecen más recepcionistas y la cosa avanza rápido. Nos atiende un joven que antes de nada nos agradece nuestra fidelidad a la compañía. De forma rápida gestiona nuestra reserva y en pocos segundos tenemos delante de nosotros un documento para firmar como bienvenida así como la tarjeta llave de la habitación metida en un cartoncito. Hacia la derecha pasamos a un hall redondo en el que junto a una máquina de café y otra de agua a disposición de los huéspedes, y alrededor de una dorada mesa de centro con una urna para hacer el express check out, encontramos los cuatro ascensores. Enormes, modernos y panorámicos. Puertas en gris verdoso oscuro. Interior de cristal, dos paneles de madera a cada lado. En uno, la botonera metálica moderna que ilumina con un punto azul el piso al que pulsamos, y en el otro una pantalla con información sobre el hotel y la cadena. Es necesario acercar la tarjeta a un display para que funcionen. Suben por un inmenso patio de la zona de conferencias rematado por un descomunal mural de cinco pisos en dorado. Las puertas se abren a un amplio hall con paredes en vescom algo amarillento, moqueta con motivos geométricos verdes, azulados y negros, y techo practicable demasiado bajo, incómodo para los que somos tamaño xxl. Puntos de luz en el techo dejan el ambiente en una cómoda penumbra. Carteles en plástico negro y metacrilato indican, también en lenguaje braille, el número de las habita

El desayuno del hotel es bueno, la cena es general, no se recomienda, no hay almuerzo, no hay restaurante cerca, se recomienda volver a la ciudad después de comer. Sobre el autobús de navegación. Bajo al piso 1, zona E, esperar el autobús de navegación, añadir el horario. No esperé hasta, atrapar directamente, 10 euros, aceptable. No es bueno para empezar en autos cerca, hay 272 en la puerta, hay tarjetas de crédito en autobús, 272 en la ciudad y el metro trasero, y puede ir en muchos lugares. Hay 471 y 282 cerca, hay un buen tiempo con mapas de Google, el transporte es conveniente, es el punto de problemas. Dos veces, el coche puede llegar a casa en Leford y esperar a un supermercado, y también puede comprar cosas de vuelta al hotel para comer por sí mismo, ～

La ubicación del hotel es perfecta para ir al día siguiente al aeropuerto o para desplazarse y visitar los alrededores. Es un hotel básico que cumple su función para pasar un par de noches máximo. No lo recomendaría para una semana de vacaciones, ya que algunas cosas se pueden echar de menos en verano: una piscina donde relajarse o aire acondicionado para refrescarse. Yo fui en mi coche propio porque tenía que desplazarme a 15 minutos del hotel, pero en la puerta paran autobuses. Está ubicado en una zona tranquila y el aparcamiento gratuito está cerrado con una barrera, así que da bastante seguridad dejar el coche. La comida del restaurante está buena y aunque tiene platos fijos en la carta, cada día hay un plato adicional que es distinto. El desayuno incluye un poco de todo: fiambre, fruta, pan, lácteos y bollería. Aunque el zumo daba la impresión de estar aguado.

First time I've stayed in a Penta Hotel. Excellent & helpful communication with hotel prior to my stay. Like others I found checking in at the bar very strange and I found the guy at the bar doing this very curt (it was around 11 at night so maybe he had a hard day!). Decor on ground floor very modern, moody and dark - great they had a complimentary water cooler available. Rooms are very small but for one night it was fine - again modern decor and clean. My room could have done with a bit of maintenance however - curtain loose and paint(?) stain on carpet. The strangest thing about the room was how close the hairdryer was to the sink - couldn't really help splashing it when getting washed! Surely this can't be compliant with current safety regulations (see pic). All in all had a great sleep and would use Pentahotels again based on this short 1-night stay.

El desayuno del hotel es bueno, la cena es general, no se recomienda, no hay almuerzo, no hay restaurante cerca, se recomienda volver a la ciudad después de comer. Sobre el autobús de navegación. Bajo al piso 1, zona E, esperar el autobús de navegación, añadir el horario. No esperé hasta, atrapar directamente, 10 euros, aceptable. No es bueno para empezar en autos cerca, hay 272 en la puerta, hay tarjetas de crédito en autobús, 272 en la ciudad y el metro trasero, y puede ir en muchos lugares. Hay 471 y 282 cerca, hay un buen tiempo con mapas de Google, el transporte es conveniente, es el punto de problemas. Dos veces, el coche puede llegar a casa en Leford y esperar a un supermercado, y también puede comprar cosas de vuelta al hotel para comer por sí mismo, ～

Habitación: 3026 Fecha de entrada: 25/10/2022 Tarifa: 228€ (SA) A 39 pasos de la terminal del Aeropuerto de Bruselas, en un moderno edificio en forma de cubo de granito rosa y cristal oscuro con el rótulo de la marca en el tejado y en los laterales, Sheraton abandera el típico hotel pensado para un aeropuerto: enormes espacios, zonas de conferencias, cientos de habitaciones... Frente a las puertas del nivel de salidas encontramos un enorme pórtico convenientemente iluminado, con el logotipo de la cadena encima, y con unas grandes jardineras a cada lado. Una enorme y automática puerta giratoria nos introduce en el bullicioso hall de recepción. Techo alto, luces indirectas, mullida moqueta color arena. A la derecha se abre el ruidoso bar restaurante, lleno de gente en ese momento. Frente a nosotros, una larga y majestuosa escalera en metal blanco que sube a la planta intermedia de conferencias. Al lado de esta, una fuente ofrece agua como bebida de bienvenida. Hacia la izquierda, en un gran espacio, con el techo más bajo encontramos unos sofás y butacas, unas cuantas estanterías que venden productos de conveniencia (bebidas, snacks, productos de higiene), una pantalla gigante con las noticias encendidas y al fondo media docena de mostradores individuales de recepción. Los mostradores son de madera oscura. Cada uno con su propia pantalla de ordenador. Delante de ellos algunos folletos del programa de fidelización. En la parte de atrás varios relojes de curioso diseño indican la hora en distintas partes del mundo. Hay cola de gente esperando. Aparecen más recepcionistas y la cosa avanza rápido. Nos atiende un joven que antes de nada nos agradece nuestra fidelidad a la compañía. De forma rápida gestiona nuestra reserva y en pocos segundos tenemos delante de nosotros un documento para firmar como bienvenida así como la tarjeta llave de la habitación metida en un cartoncito. Hacia la derecha pasamos a un hall redondo en el que junto a una máquina de café y otra de agua a disposición de los huéspedes, y alrededor de una dorada mesa de centro con una urna para hacer el express check out, encontramos los cuatro ascensores. Enormes, modernos y panorámicos. Puertas en gris verdoso oscuro. Interior de cristal, dos paneles de madera a cada lado. En uno, la botonera metálica moderna que ilumina con un punto azul el piso al que pulsamos, y en el otro una pantalla con información sobre el hotel y la cadena. Es necesario acercar la tarjeta a un display para que funcionen. Suben por un inmenso patio de la zona de conferencias rematado por un descomunal mural de cinco pisos en dorado. Las puertas se abren a un amplio hall con paredes en vescom algo amarillento, moqueta con motivos geométricos verdes, azulados y negros, y techo practicable demasiado bajo, incómodo para los que somos tamaño xxl. Puntos de luz en el techo dejan el ambiente en una cómoda penumbra. Carteles en plástico negro y metacrilato indican, también en lenguaje braille, el número de las habita

El desayuno del hotel es bueno, la cena es general, no se recomienda, no hay almuerzo, no hay restaurante cerca, se recomienda volver a la ciudad después de comer. Sobre el autobús de navegación. Bajo al piso 1, zona E, esperar el autobús de navegación, añadir el horario. No esperé hasta, atrapar directamente, 10 euros, aceptable. No es bueno para empezar en autos cerca, hay 272 en la puerta, hay tarjetas de crédito en autobús, 272 en la ciudad y el metro trasero, y puede ir en muchos lugares. Hay 471 y 282 cerca, hay un buen tiempo con mapas de Google, el transporte es conveniente, es el punto de problemas. Dos veces, el coche puede llegar a casa en Leford y esperar a un supermercado, y también puede comprar cosas de vuelta al hotel para comer por sí mismo, ～