La experiencia en el hotel fue genial.
En primer lugar, estábamos preocupados por la ubicación, sin embargo, el metro frente al hotel hizo que todo fuera muy fácil y accesible.
Una cosa que nos llamó la atención fue la falta de un mostrador de recepción. Pensé que esto limitaría el servicio, sin embargo, resultó ser un servicio sencillo y acogedor brindado por empleados eficientes y amables.
El desayuno también fue muy positivo, tanto por la variedad como por la calidad de la comida.
Lo que eché en falta fue un poco más de comodidades, como minibar en la habitación y zapatillas, por ejemplo. Otra cosa que dejó que desear fue la ”vista a la ciudad”, que era una ventana muy alta para observar, muy diferente a lo que se esperaba según la descripción de la habitación.
Y lo que más me gustó fue que la habitación era sumamente cómoda y acogedora, con buenos acabados y un juego de colores y luces muy bien elegido. El baño era excelente y tenía un excelente servicio de limpieza. Y la cama... la cama... era perfecta y superó las expectativas en cuanto a tamaño, comodidad y calidad de las sábanas y almohadas.
Fue una estancia excelente.
